Fomentar el espíritu de equipo y la cooperación

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Fomentar el espíritu de equipo y la cooperación Fomentar el espíritu de equipo y la cooperación

Dice el refrán que "solos vamos más rápido, juntos llegamos más lejos". Es cierto. Fomentar la confianza, la cooperación y la vigilancia compartida no siempre es fácil, pero estas competencias son clave cuando se trata del liderazgo en seguridad.

¿Por qué son importantes la confianza y la cooperación?

Cabe preguntarse si basta con decir que es necesario que haya "más espíritu de equipo, mayor cooperación" dentro de un equipo o en una organización para que esto efectivamente ocurra. No, no basta, afirma el disertante y autor Simon Sinek en una charla TEDex sobre cooperación y confianza: "No puedo decir simplemente 'confía en mí' para que confíes en mí. No puedo decirle a dos personas que cooperen para que lo hagan. Porque la confianza y la cooperación no son instrucciones, sino sentimientos”. Pueden fomentarse creando condiciones favorables, pero no pueden imponerse por decreto.

Si confiamos los unos en los otros  movilizamos nuestras energías para protegernos, juntos, de los peligros y accidentes. Sin confianza, movilizamos nuestras energías contra los demás, para protegernos de un jefe, de un compañero, de una empresa que da órdenes…

Las prácticas de cooperación al servicio de la seguridad

Para romper los silos en los que las empresas "encasillan" a veces las áreas de trabajo, para garantizar que la seguridad - y también muchos otros temas- sean transversales, es necesario definir nuevos modelos de cooperación entre directivos y trabajadores, entre colegas de un mismo equipo o con otros equipos, entre empresas usuarias y empresas prestadoras de servicios, etc. Hay tres tipos de prácticas que hacen que la cooperación se vuelva concreta:

 

  1. Informar y ser informado: se coopera para garantizar que la información fluya, con el fin de identificar y notificar mejor las anomalías y los fallos de funcionamiento
  2. Aprender y progresar en seguridad: se coopera para transmitir los conocimientos adquiridos a través de la experiencia, para compartir los análisis de accidentes e incidentes
  3. Tomar iniciativas en materia de seguridad: se coopera para tomar colectivamente decisiones ante eventos imprevistos (o al menos para encontrar un consenso con ese fin).

 

Las prácticas de cooperación al servicio de la seguridad - ©Icsi - Credito : BPgraphisme/BPgraphisme Las prácticas de cooperación al servicio de la seguridad - ©Icsi - Credito : BPgraphisme/BPgraphisme

¿Cómo fomentar entonces el espíritu de equipo y la cooperación hoy en día?

1. Hacer que cooperar resulte interesante

Fomentar la cooperación significa en primer lugar hacer que todas las personas que integran un colectivo (y también los que integran diferentes colectivos) "encuentren un sentido en el acto de cooperar, en términos de intereses y valores, y se comprometan a hacerlo. Porque cooperar tiene un costo: reconocer que no podemos prescindir del otro", afirma Florence Osty, socióloga. Es necesario preguntarse: "¿Por qué cooperar podría resultar interesante para los diferentes actores? ¿Qué puede generar un sentido compartido por todos?”.

 

2. Promover el diálogo

Un colectivo no es un conjunto homogéneo en el que cada miembro comparte todo al 100% pero tampoco es una suma de individualidades. Desarrollar la capacidad de escuchar, favorecer la conversación sobre los riesgos mayores, las reglas o las buenas prácticas, promover espacios de debate sobre el trabajo, sobre los riesgos mayores, etc., es una misión que ciertamente no es fácil, pero que resulta esencial para lograr una relación de calidad en el trabajo y para luchar contra el silencio organizacional.

 

3. Fomentar la confianza

Por último, como hemos visto, la confianza es una noción clave para hacer que la seguridad se transforme en un tema colectivo. Dentro de las empresas, instaurar una cultura justa es un principio fundamental para fomentar dicha confianza. Esto significa establecer un marco claro, justo y equitativo para reconocer las buenas prácticas y reaccionar ante las desviaciones.

La vigilancia compartida al servicio de la cooperación

Entre las prácticas que están al servicio del liderazgo en seguridad la vigilancia compartida es clave.
Se basa en el principio de que, cuando estamos concentrados en una tarea -abrir una válvula, asistir a una reunión, etc.- nos volvemos "ciegos y sordos" a las señales externas que nos rodean, como por ejemplo un ruido. "Sólo percibimos una pequeña parte de nuestro entorno, y eso es normal", explica Isabelle Simonetto, doctora en neurociencia.
Debemos aceptar que no podemos ver y oír todo. Y debemos poner en marcha una respuesta defensiva adecuada, la vigilancia compartida, que en caso de situación de peligro o de duda consiste en:

  • Atreverse a cuestionar
  • Saber cuestionar
  • Aceptar ser cuestionado

La vigilancia compartida atañe a todo el mundo, en todos los niveles de la organización. Es necesario que los operadores, los mánager, los miembros del equipo de dirección, se hagan esta pregunta: "¿Estamos aplicando los principios de la vigilancia compartida?”.

Los líderes en seguridad tienen un importante rol que desempeñar cuando se trata de fomentar el espíritu de equipo y la cooperación. Son ellos quienes deben:

  • Apreciar y valorar los actos de cooperación dentro de un mismo equipo y entre equipos…
  • … y, a la inversa, identificar la falta de cooperación e implementar las acciones necesarias para mejorarla.
  • Desarrollar un espíritu de equipo orientado a la seguridad y basado en el respeto mutuo.
  • Garantizar un diálogo de calidad y espacios para el debate constructivo.
  • Prestar atención a los colectivos existentes, a lo que "tiene sentido" para cada una de las personas involucradas.
  • Favorecer un clima de confianza y promover una cultura justa y equitativa.

 

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Lo esencial del liderazgo en seguridad

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