Cultura justa
Las personas que trabajan en el terreno disponen de información en materia de seguridad muy valiosa. El desafío consiste en transmitir esa información al nivel adecuado para que pueda ser analizada y tratada: es clave en el desarrollo de una cultura justa, cuyo objetivo es crear las condiciones de confianza y transparencia necesarias para que las personas se sientan con la libertad de hablar y transmitir la información.
| ¿Por qué prestar atención a la cultura justa? |
En materia de seguridad, conocer en profundidad lo que ocurre realmente en el terreno es una condición indispensable para progresar. La información es clave: anomalías, mal funcionamiento, situaciones de deterioro... sin olvidar las buenas prácticas, los éxitos, y las soluciones que encuentran los equipos en el terreno para adaptarse a lo inesperado o gestionar una situación de deterioro.
Pero para que la información fluya, hay que crear las condiciones adecuadas. Debe haber transparencia, confianza, cooperación, equidad... en resumen, una cultura justa que:
- reconozca y valore los comportamientos positivos y proactivos en materia de seguridad,
- fomente la transmisión de la información, incluidos los errores y las desviaciones de las reglas,
- desarrolle respuestas de gestión justas ante sucesos no deseados,
- establezca cuáles son las líneas rojas: los comportamientos y prácticas que son peligrosos e inaceptables y que, a pesar de que efectivamente existen, afortunadamente sólo representan una parte muy reducida de las situaciones.